Enseñanzas del Maestro ALFREDO D´ANGELO

Fundación para la Difusión del Yoga

La Vida del Maestro Alfredo D’Angelo

 

Maestro Registro b

Maestro ALFREDO D’ANGELO

El Maestro Alfredo D’Angelo nació en Argentina, en la ciudad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, el 5 de octubre de 1898.

Libro de Bautismos b

LIBRO DE BAUTISMOS Parroquia DE LA ASUNCION DE MARIA SANTISIMA

Cert de bautismo b

CERTIFICADO DE BAUTISMO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Copias del LIBRO DE BAUTISMOS y CERTIFICADO DE BAUTISMO 
de la Parroquia DE LA ASUNCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA
Barracas al Sud (Avellaneda).

En el día diez y nueve de Enero del año del Señor de mil ochocientos 
noventa y nueve... bautizó solemnemente a Alfredo, que nació el día 
cinco de octubre del año mil ochocientos noventa y ocho, 
hijo legítimo de Don Juan D'Angelo, natural de Italia, de veinte y 
cuatro años de edad y de Doña María Cruz Ferrer, natural de España, 
de veinte años de edad, domiciliados en la Calle Chacabuco N° 60...
(Texto Extraído de la copia)

 

Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires, en una época de esplendor académico, habiendo egresado en 1916.

ColegioNacBsAs arcon

Colegio Nacional en 1910

Entre las personalidades que hicieron que el Colegio Nacional de Buenos Aires haya tenido renombre internacional en esa época, puede destacarse al Doctor Luis Agote, científico que trascendió legando a la humanidad su «Nuevo método  para realizar transfusiones de sangre», publicado en 1914.

El Dr. Luis Agote fue uno de los profesores más admirados por el Maestro, quién además de profesor del Colegio Nacional, también lo fue de la Universidad de Buenos Aires, así como Diputado Nacional.

 

Con apenas doce años, solicitó en la biblioteca del Colegio el libro Crítica de la razón pura de Immanuel Kant. El bibliotecario,  asombrado, le cuestionó para qué lo pedía si no lo iba a entender. El Maestro aseguró que lo comprendería y logró llevarlo, para devolverlo a la semana siguiente, como era regla en la biblioteca.

Cuando entregó el libro, el bibliotecario le preguntó si lo había entendido, a lo que el Maestro contestó que si. “¿Y serías capaz de explicarlo a los profesores?” le consultó; entonces el Maestro aceptó con todo gusto.

Hecha la convocatoria, despertó la admiración del Rector, Enrique de Vedia y de los otros profesores presentes, ver al joven Alfredo D’Angelo exponer los profundos conceptos del Idealismo trascendental de Kant.

En octubre de 1914 se produjo el fallecimiento del profesor Julio L. Jaimes. Estaba previsto que una de las autoridades del Colegio Nacional expresara un discurso de despedida. Por algún inconveniente, esta persona no llegó. Entonces, El Maestro pidió la palabra para rendirle homenaje en su lugar. Sus conceptos conmovieron tanto a los presentes que el profesor D. Juan Cruz le obsequió el libro “BASES” de Juan B. Alberdi y, en una de sus páginas, escribió la siguiente dedicatoria:

Bases dedicatoria 16 oct 1914 8

Hoja de la dedicatoria del libro BASES que le obsequiara el profesor Juán Cruz.

 

Octubre, 16/914

 “Es grandioso el porvenir de nuestra patria, puede decirse sin hacer un lugar común, en presencia de un joven como Alfredo D’Angelo, vibrante de elocuencia, señalando la obra de un Profesor cuando pone todos sus conocimientos y todo su amor al servicio de la enseñanza. Los restos mortales del Profesor D. Julio L. Jaimes recibieron la más elocuente bendición.”

Juan Cruz

 

 

En su paso por la Universidad de Buenos Aires, cursó sus estudios en las Facultades de Filosofía y de Derecho, de la Universidad de Buenos Aires, aunque no completó sus carreras de grado pues no encontró allí la filosofía ni la justicia que Él buscaba.

Siempre bregó por una filosofía trascendente que exaltara el potencial de Amor de cada individuo, y su búsqueda de la Sabiduría, como forma de alcanzar la Elevación Espiritual del género humano, en el tránsito hacia su destino.

En la década de 1920 estuvo al frente de la biblioteca municipal de Avellaneda, donde mucha gente que admiraba Sus enseñanzas concurría a participar de reuniones de profundo contenido espiritual.

El testimonio de uno de sus discípulos, el Sr. José Bascopé, en su carta fechada en Córdoba, el 17 de junio de 1983, dice:

“Ya finalizaba el año 1925, cuando después de una crisis nerviosa, lleno de desesperación, me senté en un banco de la plaza de Avellaneda a esperar la salida de la gente de la iglesia, donde estaba mi madre oyendo misa… yo no quise acompañarla… ya que ese día, de rodillas, a los pies de mi cama y en un torrente de lágrimas y desesperación, grité: ¡Mentiras! ¡Son todas mentiras! ¡Me han engañado desde niño! Si Dios existe, ¿Por qué castiga a mi madre, enferma y en total miseria, enfermándome, su único sostén, impedido de trabajar?…”

“Debo aclarar, para los que piensan que mi fe, fue la que me curó, pretendiendo restar mérito al Maestro, que con ese estado de ánimo me encuentro con Ramón Isequilla, un amigo de la infancia… Te encuentro muy decaído, me dijo… cuenta conmigo… yo asisto a unas reuniones de orden Espiritual, donde se han hecho, por El Maestro que nos dirige, verdaderos y asombrosos milagros. Yo le voy a hablar de vos al Maestro, si Él te recibe, con seguridad te curará y cambiará tu vida totalmente…”

“…cuando me puse delante de su Augusta Presencia, estaba mi mente llena de ideas negativas… Creo que Isequilla ha caído en manos de un embaucador. Yo lo voy a descubrir y desengañar a mi amigo… Con este pensamiento me presenté ante el Divino Maestro. Con todo orgullo, fruto de mi ignorancia y rebeldía. Lo contrario a toda manifestación de Fe, tan necesaria para que se produzcan los milagros. Esto demuestra que cuando hay verdadero Poder Espiritual, de un auténtico Maestro, no hay normas dogmáticas que lo puedan limitar.”

“El lugar de reunión fue la biblioteca municipal, situada en aquella época, al lado del palacio municipal de Avellaneda, en la Avenida Mitre. Por entonces el Bendito Señor y Divino Maestro Alfredo D’Angelo, era jefe de la antedicha biblioteca, y las reuniones con los discípulos se efectuaban después del horario de atención al público…”

“… el Divino Maestro me hizo sentar junto a Él, en el centro de un semicírculo de Hermanos sentados… Las Palabras del Maestro, llegaron a mi alma como la mansa lluvia tropical, refrescando todo mi ser, comunicando paz a mi alma, al hablarme de cosas que me parecieron muy lejanas, pero de total vigencia en ese instante…”

“Toda rebeldía y mezquinos pensamientos desaparecieron de mi mente, y casi sin darme cuenta del cambio que se operaba en mi… compré con mucho sacrificio los libros que me había indicado el Divino Maestro, tan pronto pude trabajar (Luz en el Sendero y Hatha Yoga -de Ramacharaka-, el Karma Yoga lo compre poco tiempo más tarde)… Isequilla me enseñó los primeros ejercicios del Hatha Yoga, ya que fue designado como mi instructor…”

(Fragmento de una carta-testimonio del Hermano José Bascopé.)

 

A estas reuniones en la biblioteca municipal de Avellaneda concurrieron personas provenientes de distintas actividades, incluidos deportistas, docentes, comerciantes, periodistas, y hasta algunos miembros de la Sociedad Teosófica.

Cuando en 1924 visitó nuestro país el admirable poeta indio Rabindranath Tagore, el Maestro le obsequió a su prometida Nélida, el libro Karma Yoga de Swami Vivekananda, acompañándolo con la esquela que sigue:

Esquela Tagore 1924

Escritura del Maestro en 1924

Avellaneda, Noviembre 6 de 1924.

Queridísima Nélida:

En momentos que pisa tierra argentina el dulcísimo poeta del Amor Rabindranath Tagore mi pensamiento vuela hacia Vos……

Como recuerdo de la fecha os ruego aceptéis el presente de “Karma Yoga”, el libro favorito de Tagore.

Siempre suyo

Alfredo

Transcripción de la esquela

El Maestro contrajo matrimonio con Nélida Martín Barceló el 25 de marzo de 1926.

Unos años después, se trasladó a Brasil, viviendo un tiempo en la ciudad de Santos, donde una gran cantidad de personas admiraba Sus Palabras.

Maestro en Brasil b

El Maestro en una plata de Santos, en Brasil.

Él mismo decía que había entre ellos muchísima devoción, que había sido tratado con gran hospitalidad, y que hasta le habían ofrecido regalarle una estancia para que se quedara allí a brindar sus Enseñanzas. Pero el Maestro no aceptó, ya que siempre decía que Su trabajo debía continuar en Argentina.

 

 

 

 

 

 

Pasado un tiempo, hCasa Lomas de Zamoraacia 1940, vivió en este chalet de la calle Virrey Cevallos 170, en Lomas de Zamora, donde disfrutaron una feliz infancia sus hijos Nelly y Alfredo Juan.

Años después se trasladó con su familia  a una amplia casa situada en la esquina de las calles Talcahuano y General Levalle, de la localidad de Banfield, en la provincia de Buenos Aires.

En ambas viviendas participaban en reuniones de alto contenido espiritual los principales discípulos, que luego darían continuidad a Su Obra. Allí recibía entre otros al Maestro José Armida, que en varias ocasiones hizo trabajos de mantenimiento de la casa, principalmente pintura. También eran recibidos el Maestro Esteban Delfino, Italo Ghezzi y Beltrán, quienes concurrían varias veces a la semana, dado que vivían en la zona. El Maestro Esteban Delfino fue discípulo del Maestro José y, ya a los 15 años, hacía el jardín del Maestro Alfredo D’Angelo. Todos los sábados iban desde Avellaneda José Bascopé y Antonio Prendivoj, entre otros.

Lector incansable y de vasta cultura, dotado de un entrañable amor a la Humanidad, sus enseñanzas orientaron y cambiaron la vida de muchas personas.

Como dice el Hermano José Bascopé en su carta:

“… las sublimes enseñanzas del Divino Maestro, fueron impartidas a todos los que concurríamos a las reuniones semanales, limpiando nuestras almas, y tallando en ellas nuestras futuras encarnaciones… “Un solo mensaje os doy, que me busquéis más allá de las formas, y Me Améis en Espíritu” nos decía el Maestro…”

“El nos enseñó a valorar lo Sagrado y Real y desechar lo ilusorio. Nos enseñó a comprender y disfrutar del juego Kármico de las dualidades. Con su palabra nos enseñó a no ligarnos a nada ni a nadie, con todo Amor y sin herir a nadie y alcanzar el mínimo de ligadura inevitable como encarnados…”

A principios de 1960, el Maestro se trasladó a Miramar, provincia de Buenos Aires, a un hermoso chalet frente al mar, en la Av. Costanera 1395, esquina Calle 27, desde donde nos hizo llegar Sus enseñanzas y dejó Su obra escrita más extensa.

 

Casa Miramar 1980

Vista de Su casa en Miramar en 1980.

Casa Miramar 19900001 (2)

Su casa hacia el año 2000.

 

 

 

Chalet de la Av. Costanera 1395, esquina Calle 27.- Miramar – Provincia de Buenos Aires

 

 

 

Los vecinos del hermoso balneario de Miramar comentaban que los guardavidas llamaban al Maestro “El Señor del Mar”, porque hasta pasados sus 75 años, era común verlo internarse en el mar, a gran distancia de la costa, demostrando cómo, la práctica del Yoga, le permitía tener un estado físico admirable.

En Sus últimos años el Maestro necesitó de mayores cuidados, y la Hermana Olga Prendivoj fue quien se entregó totalmente a esa tarea enorme. Ella no solo atendió al Maestro en sus cuidados físicos, sino que también se dedicó a ir recopilando sus cartas, mensajes, pensamientos y relatos de sesiones, con los que logró el mayor registro de Sus Enseñanzas.

Pasaron más de 20 años hasta que finalmente se extrajo una pequeña parte de estas Enseñanzas, de las cuales se seleccionaron los mensajes exotéricos. Así se publicó, en el año 2004, el EVANGELIO DEL MAESTRO, a través de la Fundación para la Difusión del Yoga.

El fallecimiento del Maestro se produjo en Miramar el 11 de agosto de 1979. Tres meses después Sus restos fueron trasladados al cementerio de Avellaneda, donde descansan hasta el presente.

 

TrasladoMAD miramar Avellaneda b

 

 

 

 

Anuncio del traslado de Sus restos publicado en el periódico La Nación.

 

 

 

Todos los años, frente a la bóveda que guarda Sus restos, ubicada en la calle central del Cementerio de Avellaneda, Sus discípulos realizan una ceremonia donde rinden un sentido homenaje, cada día 5 de octubre y 11 de agosto.

Boveda Cem Avellaneda0001

 

 

 

 

Frente de la Bóveda de la familia de Nélida Martín Barceló de D’Angelo que guarda los restos del Maestro en el Cementerio de Avellaneda.

 

 

 

 

 

Boveda Cem Avellaneda0003

Detalle de la placa colocada en el frente de la bóveda por sus Hijos Espirituales al cumplirse un año de su desaparición física.

 

Transcripción del texto de la placa colocada al cumplirse un año de su desaparición física.

¡AUGUSTO Y AMADO MAESTRO ALFREDO D’ANGELO!

PADRE INMORTAL

LA LUZ INEXTINGUIBLE QUE NOS LEGARAS COMO TU DIVINA HERENCIA, TRADUCIDA EN INNUMERABLES MENSAJES DE AMOR, SABIDURÍA CON VIBRANTE PALABRA DE VIDA, ARDE EN NUESTROS CORAZONES COMO LÁMPARA VOTIVA A LOS PIES DEL CREADOR.

HOY, AYER, MAÑANA Y SIEMPRE, TUS HIJOS ESPIRITUALES TE RENDIMOS EL MAS FERVOROSO HOMENAJE, HONRANDO TU SAGRADA MEMORIA CON LA REALIZACIÓN DE TUS ALTÍSIMAS ENSEÑANZAS, EMPEÑANDO EN ELLA VOLUNTAD ILIMITADA E INCANSABLE PERSEVERANCIA, PROSEGUIMOS SIEMPRE ADELANTE HASTA PODER ALCANZARTE ALGÚN DÍA… EN LA INMANIFESTACIÓN.

GLORIA AL INEFABLE AQUEL ANTE EL ALTAR DE TUS SAGRADOS PIES. LOS MAS PUROS SENTIMIENTOS DE SINCERO AMOR Y RECONOCIMIENTO DE TUS HIJOS ESPIRITUALES.

AGOSTO, 11 DE 1980.

 

El 5 de octubre de 1979, al cumplirse el primer aniversario de Su nacimiento, sin Su Presencia física, la Hermana Olga le dedicó el siguiente Poema:

 

AL DIVINO MAESTRO ALFREDO D’ANGELO

Ochenta capítulos de Amor!

han sido Tus Divinos Años,

y del Cristo en derredor,

Tus Enseñanzas giraron.

 

Fuiste Verbo hecho Hombre!

Quien elevó Su Canto,

Glorificando a Dios!

A quien Amabas tanto!

 

Oh! Sendero Viviente, que dejaste

las huellas de Tu sabiduría amor!

y en las alas de Tu Verbo transportaste

La Luz! que mitigó el dolor!

 

De las almas fuiste Puerta

porque acudiste en su auxilio.

Toda Tu acción tuvo el brillo

de una pureza cierta!

 

Transcurrido cada año

de Tu enseñanza ascendente

fueron sólidos peldaños

hacia la Luz del Oriente!

 

Fuiste Hombre Dios!

en el planeta Tierra.

Tu Sagrado Corazón

no quiso guerra.

 

Y Tu místico Mensaje

pleno de piedad!

Fue para trocar

la esclavitud en Libertad!

 

Todo el que supo escucharte

quiso servirte y amarte!

Y, hacer de su pecho un Trono

donde pudiera llevarte!!!

 

Hermana Olga Prendivoj

Eventos próximos

Follow Enseñanzas del Maestro ALFREDO D´ANGELO on WordPress.com

Archivo Histórico